Oración ante una ausencia
Qué difícil es pensar que un beso o un abrazo
pueden ser el último gesto de cariño
hacia la persona que amamos.
De pronto ya no regresa
el esposo, el hijo, el hermano, el amigo,
la madre, la compañera, la vecina.
Un accidente, un atentado, un infarto,
un submarino, represión, guerra.
No importa, la ausencia se produce
y el dolor brota en un torbellino de sensaciones
que jamás comprenderá quien nunca lloró
a alguien amado o quien nunca se sentó a una mesa
donde falta alguien, donde sobra un plato,
donde abundan los silencios y faltan las respuestas.
Dios, también conociste el desgarro
de una pérdida y el dolor de una ausencia.
Abrázanos en tu paz, danos de tu gracia,
no nos dejes solos y solas.
(Pensando en quienes sufren la ausencia
de sus personas amadas)
Gerardo Oberman
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