Madre nuestra
Mailé Vázquez (Cuba)
Madre nuestra, silenciada y anónima
Revindicado sea tu nombre en todos los sermones del venidero mundo.
Santificado sea el vientre que nos dibujó en ternura y luz.
No queremos un reino que recuerde los poderes de la tierra; solo el cielo de tu abrazo…
Y la sonrisa para todas las mañanas.
Perdónanos la incertidumbre y la desesperanza. Y ayúdanos a perdonarnos el milenario sacrificio que nos han impuesto.
No nos dejes caer en la tentación de sentirnos malas.
Danos la audacia para conseguir el pan y la palabra, el placer y la justicia.
Amén
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