Esperemos con confianza
Por Dra. Soraya Heinrich Eberle (Brasil/Honduras)
Reflexión para 1er domingo de Adviento, basada en Salmo 62:5
Ó minha alma, espera silenciosa somente em Deus, porque dele vem a minha esperança. Salmo 62.5
O mundo está grávido de uma grande salvação.
E como quem gesta, experimenta medos, angústias e dores.
Gravidez é uma espera, a ansiedade de um encontro iminente, uma já presença, mas ainda não face a face.
Gravidez é esperança de um tempo totalmente novo, uma realidade transformada, mudanças irreversíveis. Nada será como antes.
Assim espera e esperança o mundo, porque o Salvador logo vem.
Esperemos… como espera a mãe-peregrina, que cultiva a paciência, até a chegada do tempo certo. Mas que segue caminhando…
Esperemos… como Isabel, a prima, que recebe e reconhece, saúda e festeja.
Esperemos… como José, que ampara e acolhe. Sim, ele está perplexo, mas ele não rechaça.
Esperemos com confiança, porque é Advento: é certo que ele vem!
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, porque de El viene mi esperanza. Salmo 62.5
El mundo está preñado de una gran salvación.
Y como alguien que gesta, experimenta miedos, angustias y dolores.
El embarazo es una espera, la ansiedad de un encuentro inminente, un ya presente, pero aún no cara a cara.
El embarazo es la esperanza de un tiempo totalmente nuevo, de una realidad transformada, de cambios irreversibles. Ya nada será igual que antes.
Así espera y esperanza el mundo, porque su Salvador vendrá pronto. Así que, esperemos…
Esperemos… Cómo la madre peregrina, que cultiva la paciencia, hasta que llegue el momento adecuado. Pero sigue caminando…
Esperemos… como José, que apoya y acoge. Sí, está perplejo, pero no rechaza.
Esperemos… como Isabel, la prima, que recibe y reconoce, saluda y celebra.
Esperemos con confianza, porque es Adviento: ¡es seguro que Él viene!
Dra. Soraya Heinrich Eberle
Brasil/Honduras
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.