Leopoldo Cervantes-Ortiz (México)
II
Que el Dios Padre y Madre te acompañe,
te dirija, te comprometa.
Que el Dios Hijo esté a tu lado,
comprensivo y exigente siempre.
Que el Espíritu-viento, Espíritu libre,
te recuerde siempre tu dignidad
y las causas que debes defender.
III
El Padre eterno que abarca todo el amor nos acompaña.
Nos inspira, nos levanta, nos anima.
El Hijo redentor es el refugio incansable y perfecto, siempre cariñoso.
El Espíritu tierno, maternal, nos acoge y proyecta los anhelos.
La Divinidad entera está presente en su pueblo y le da su fuerza y cercanía.
IV
Que el Dios-vida, el Dios-gozo nos inunde con el océano de su candor y alegría.
Y que la bienhechora acción de su Hijo-Palabra alimente nuestros mejores sueños,
sueños de paz y de justicia expedita.
Y así su Espíritu-libertad nos rodee con todo el bien que procede su mano.
La bondad absoluta que tanto ansía este mundo.
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