A toda verdad
(A la luz de Juan 16:12-15)
Gerardo Oberman
Y entonces se abrirán los ojos
y veremos con claridad;
las mentiras quedarán expuestas,
desnudas ante la luz de tu justicia.
Un mundo de sueños olvidados
se dibujará en el horizonte
de un pueblo que despertará
para recuperar la alegría y la fe
que con perversa crueldad
quisieron arrebatarle.
Con un sereno susurro
la brisa primigenia,
aquella que se movía sobre las aguas
mientras nuestro oikos era formado,
nos cantará con melodías nuevas
las profecías encerradas en libros
para hacerlas baile en las calles,
para que suenen en mil gargantas,
para que recorran los barrios,
para despertar de la incredulidad
tantas almas anestesiadas,
para poner en movimiento
tantos cuerpos acalambrados,
para acariciar con ternura
tantas vidas lastimadas.
Viene amaneciendo la hora
de la resistencia trinitaria:
creativa, solidaria, transformadora.
Llega el tiempo de la cuerda trenzada,
aquella de los tres hilos,
la que tumbó la mesa de los mercaderes,
aquella que no se rompe
porque sus hilos trinitarios
son la fe, la esperanza y el amor.
La verdad se asoma,
las sombras se disipan,
y pronto, muy pronto,
reviviremos…

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