«Susurro de Trinidad»
Por Dan González-Ortega
Aún no puedo oírlo todo,
dice el Maestro al oído,
hay verdades que pesan como cielo,
misterios que arden despacio,
como brasas bajo el viento.
El Padre sueña en silencio,
fuente de todo inicio,
manantial donde la vida
bebe su primer suspiro.
El Hijo camina conmigo,
rostro de Dios en la historia,
voz que consuela al cansado,
mano que enciende la aurora.
El Espíritu sopla en secreto,
fuerza sin forma ni peso,
lleva la brisa en su aliento
y despierta el corazón dormido.
Tres y Uno, danza eterna,
vínculo de amor sin medida,
abrazo que gime en la tierra,
fuego que arde en la vida.
No entiendo todo el misterio,
ni falta que me hace entender:
basta el paso que hoy doy,
la luz que me deja ver,
el susurro que dice: «Camina,
que Yo soy en ti y contigo,
antes, ahora y después».
Oh Trinidad, Dios en camino,
océano de rostros y voz,
enséñame el arte sencillo
de amar como amas Tú,
sin medida, sin prisa, sin fin.
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